lunes, 19 de abril de 2010

Edward James – Wikipedia, la enciclopedia libre :: Su Jardín Surrealista en México « ArquitecturaS


Edward Frank Willis James fue un millonario, poeta, escultor y mecenas ligado al movimiento surrealista, nacido en agosto de 1907 en Greywalls, en Escocia y muerto en 1984.
Su nombre le fue dado por sus padres, William James (magnate estadounidense de los ferrocarriles) y Elisabeth Evelyn Forbes, en honor del rey Eduardo VII, a quien conocían personalmente (junto con otros miembros de la nobleza europea). Las frecuentes visitas del rey a la propiedad de la familia James, llamada West Dean en Sussex, hicieron correr durante toda su vida el rumor de que el verdadero padre biológico de Edward era en realidad Eduardo VII.
Hacia el verano de 1922, James comienza a escribir poesía. En ese mismo año gana el prestigioso Geoffrey Gunther Memorial Drawing Prize otorgado por Eton, la escuela pública más prestigiosa de Inglaterra. En octubre de 1926, James ingresa a Oxford.
En los años 30, James se vincula con el movimiento surrealista y escribe poemas en la revista Minotaure. En octubre de 1937, junto con Salvador Dalí, James propone a Luis Buñuel (por la influencia que éste tenía entre los republicanos) comprar con sus recursos un bombardero checoslovaco para emplearlo en la Guerra Civil Española, a cambio del préstamo de una serie de obras maestras del Museo del Prado (con el objeto de exhibirlas en todo el mundo para recaudar recursos para los republicanos y devolverlas a España al final del conflicto). Buñuel rechaza la propuesta.
James fue el principal patrocinador del pabellón surrealista de la Feria Mundial de 1939 en Nueva York. La organización de esta provocaría un conflicto que separaría definitivamente a Dalí de James.


El sitio más surrealista de México
Oculto en el intenso verde de la Huasteca Potosina está el Jardín surrealista de Edward James, un escocés enamorado de la vida y de México.


Xilitla: el sueño de Edwad James
"by Michael Kernan
We jounce for five hours in a pickup truck heading west from Tampico over the dusty Mexican plain to the Sierra Madre, up and up into a green world-peaks as sudden as the mountains of Moorea, tree-covered jagged ranges huge enough to be the molars of God, past coffee plantations, ramping bougainvillea, banana trees, crashing streams-and on to the very top, through the steep hilltop town of Xilitla to reach at last the hidden city that Edward James, the eccentric British Surrealist, built in the deepest jungle, a swirling dream in concrete, a fantasy of shapes that marries Gaudi, Escher, Borromini, Simon Rodia and the Emerald City of Oz."

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